La realidad es que los recientes actos vandálicos que estamos viendo en Masquefa no son un hecho aislado. Esta semana han sido pintadas las sedes de ERC y CUP, pinchadas las ruedas del coche de la concejal cupaire, y nos hemos despertado con acciones incívicas en el Bosc dels Infants, con pintadas fascistas incluidas. Lamentablemente, nuestro municipio dispone del caldo de cultivo necesario para la extrema derecha y el nacionalismo extremista español.
Hablamos un colectivo formado por algunas decenas de vecinos, con poco nivel de organización, que ha oscilado de manera irregular alrededor de organizaciones como Força Masquefa (el partido de Moraben), y el Partido Popular, entre otras. Sus planteamientos son de un extremo rechazo hacia el catalanismo, la inmigración, la tolerancia y los principios democráticos, expresado de forma muy poco dialogante.
La formación de un sector de la extrema derecha en Masquefa se ha ido produciendo, aproximadamente, de forma paralela al desarrollo del proceso soberanista catalán. En 2006, coincidiendo con la campaña para el Referéndum sobre el Estatut, el edil del PP Juan José Mora (Moraben) afirmaba que el Estatut sólo favorece a perros, golfos, ladrones, borrachos, drogadictos y gente a la que podemos llamar gentuza.
Moraben vuelve a ser noticia en 2011, esta vez de forma mucho más grave. Es detenido por atropellar a dos militantes independentistas en la Plaça de l’Ajuntament, como todos recordaréis. Por este delito, es sentenciado a dos años y medio de cárcel por la Audiencia de Barcelona y el Tribunal Supremo.
Más tarde Juan José Mora fue detenido de nuevo, por violar la orden de alejamiento de sus víctimas y transmitirle mensajes como este: 'Ya estoy de vuelta con mi camión de 3.500 kilos, catalufos maricones, la próxima vez os mato, si queréis algo de mí estoy en los bares bebiendo orujo. Viva España y arriba Franco'.
Este personaje, primero en el PP y luego a través de una plataforma electoral creada por él mismo, Força Masquefa, ha ido recogiendo algunos centenares de votos en las distintas elecciones municipales de los últimos 15 años. Es muy probable que Plataforma per Catalunya y Ciudadanos, con porcentajes de apoyo en Masquefa superiores a la media catalana, hayan recibido también parte de estos votos en las elecciones autonómicas.
Es un error pensar que los hechos expuestos en este artículo, y otros tantos que nos dejamos en el tintero, son incidentes aislados: el historial reciente el municipio, los comentarios en las redes sociales y el comportamiento electoral, parece indicar que estas personas y acciones reciben el apoyo, o al menos la disculpa, de una parte de los vecinos de Masquefa. Ahí es donde reside el caldo de cultivo: en un grupo de personas que alientan o disculpan las acciones agresivas o extremistas de las otras.
Evidentemente, nadie está afirmando que todos los votantes de los partidos que se han nombrado en el artículo sean de extrema derecha. Tampoco se afirma que los masquefinos contrarios a una República Catalana lo sean. Lo que pretendemos con este artículo es recordar los precedentes e informar de los indicios, que indican la existencia de un colectivo de extrema derecha y nacionalista español en Masquefa.
Aunque son una clara minoría, queremos alertar del daño que los extremistas pueden provocar a la convivencia en el pueblo, y denunciar su comportamiento basado en actos vandálicos, amenazas e insultos a ciudadanos y representantes públicos del mundo soberanista catalán, y/o de izquierda.
Por una Masquefa en convivencia, NO a la extrema derecha.
